Mérida

Hace una eternidad que no escribo nada y no es porque me daba palo o no se me ocurrieran ideas, lo que pasa es que no he parado ni un segundo, entre exámenes, cumpleaños, viajes, etc, no me he conectado casi.

Me han pasado un montón de cosas absurdas pero para no escribir todo os comentaré mi último viaje a Mérida:

Todo empieza con la compra de los billetes hacia Mérida, había una tía en una ventanilla haciendo NADA y fue verla y saber que no me caía bien, iba con Yukino y le dije que me atendería ella porque soy así de gafe, y acerté xD
Saco los billetes, me quedo pobre y me voy al cine con Yukino a ver "En Busca de la felicidad". como lo saqué con una semana de antelación miré que estuviera bien la fecha y tal, pero como soy un poco tonta solo miré la fecha y hora del día de salida.

La noche antes de irme mis compañeras del curro y yo fuimos a tomar algo y vino un ex-compañero y nos hizo mucha "ilu" y bebimos más para celebrarlo. Una de mis compañeras acabó con un pedal impresionante, ella vive en Sant Cugat y me preocupaba que no llegara, Entonces me la llevé a casa ya que yo me levantaba pronto, la levantaría conmigo y se pudiera ir a casa no tan borracha. Al levantarme y coger el bolso me dí cuenta que me faltaba la cartera, en el tramo local-taxi-casa la perdí, me quería morir mi tren salía en 45 minutos, en la cartera llevaba toda la documentación, tarjetas, etc. Cancelo las tarjetas aviso a mis compañeras por si saben algo me avisen y salí de casa 15 minutos antes de salir el tren. No perdí el tren, "todo" bien.

En Mérida genial! vi a mucha gente, no a toda pero eso es normal, y me lo pasé muy bien ^^-
El problema vino al la vuelta, cogí los billetes el viernes para ir a currar, al subir el tren me di cuenta que la fecha de mi billete era para el sábado, hablo con el revisor me deja quedarme en el tren, el problema era el tren Madrid- Barcelona. Tenía solo 15 minutos para cambiar los billetes, pero al llegar a taquilla ya me dijeron que estaba todo lleno, el buen hombre lo miró por si acaso pero nada, cancelo los billetes, me devuelven más dinero de lo que pensaba y decido irme en autobús a Barcelona, lo bueno de todo esto es que no iba sola, por suerte, un amigo de Mérida me acompañó todo el rato y me ayudó a no matarme.

Hay más cosas estúpidas que me han pasado pero ya lo escribiré estos días antes del viaje a Porto