Hace 3 semanas, me dirigía directamente a la cafetería cuando mi jefe me dijo que a donde iba, que como estaba tan arreglada (mentira xD) iba a servir las mesas, que tendría rango propio. No es que no quería hacerlo o que me hiciera especial ilusión, no, era un cambio más en mi rutina laboral.
La verdad es que es un poco más estresante, ya que aparte de la relación con los clientes también tenía que relacionarme con los cocineros (directamente), con el jefe si hay problemas y con los demás camareros, pero a un modo distinto.
En la cafetería podías ver lo guarra que es la gente, su indecisión, sus calmas para pensar, etc. aquí es más de lo mismo pero la relación es "más profunda", ya que le he de tomar nota, les traigo los platos, les retiro los platos, traigo postres o cafés y me van hablando. Yo soy alguien sociable, pero si quieren una conversación de que sus hijos no comen no es algo que me de muchas ganas de hablar, o de si están haciendo dieta o cosas más absurdas.
La gente es rara...
4 comentarios:
Es importante que el camarero empatice con el cliente. Al menos, lo es para el cliente.
Sí. En mi caso, de eso depende la cuantía de la propina. xD
Yo hablo, soy amable, pero nada de chistes y frases típicas xD
Coincido con los chicos (con ambos xDDD).
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